El momento de evaluar, quizas el mas estresante del proceso de enseñanza - aprendizaje, tanto para docentes como para estudiantes, tanto el evaluador como el evaluado, sienten temor de la forma de evaluar, como de lo evaluado, de los resultados y las consecuencias que esto puede acarrear.
Será posiblemente por mantener viejas prácticas que nos fueron aplicadas en nuestro momento educativo, por desconocimiento de todas las nuevas posibilidades de indagar sobre los conocimientos adquiridos por nuestros estudiantes, por comodidad. Continuamos enfocados en una evalución dirigida a mostrar resultados aparentemente definitivos de conocimiento y no en los procesos para lograrlos.
Conocer los saberes previos de nuestros estudiantes, por medio de una evaluación diagnóstica, nos da muchas luces sobre el terreno que tenemos, sus posibilidades, dificultades, la forma de sembrarlo y cosecharlo para extraerle el máximo de producción.
Una evaluación continua sobre los intereses, procesos, conocimientos y sobre la evaluación misma, nos ayudara a implementar planes de mejora en el camino, y correctivos en nuestro camino.
La heteroevalución, la coevaluación y la autoevaluación, son elementos esenciales, en el momento de conocer los avances de nuestros estudiantes y sus limitaciones, fomenta la responsabilidad, la objetividad, la autonomia,..., no debemos limitar la evaluación solo al ojo del evaluador, es necesario que cada estudiante sienta la evaluación como propia, deje el temor y vea en ella la posibilidad de mejora y aumentar el. conocimiento de si msmo.
Los proyectos finales de síntesis, son muy necesarios, ya que recogen los conocimientos reales adquiridos y cobran sentido al ser mostrados en aplicaciones prácticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario